Historia de la Familia Mori
Partir de Córcega es punto obligado al intentar trazar los orígenes de la Familia Mori en Puerto Rico. Esto es así debido a la emigración del corso Ignacio Francisco Mori Romani (nacido en San Gavino di Tenda muy cerca al sur de la ciudad de Bastia – ver mapa) a nuestra isla poco después de la mitad del siglo XIX. Entender las razones por las cuales el originador de la familia sale de su isla situada en el Mar Mediterráneo y llega eventualmente a esta otra isla en el Mar Caribe también es muy importante.
En términos generales, estas razones tienen que ver con la larga y convulsa historia de Córcega. También tiene que ver con su geografía. Córcega ha sido llamada una auténtica "montaña en medio del mar" pero con una ubicación privilegiada y estratégica muy cercana a las costas de Italia y de Francia. Desde hace miles de años, la Córcega ha sido invadida y controlada por etruscos, fenicios, griegos, romanos, vándalos y bizantinos así como—en el último medio milenio—por Pisa, Aragón, Génova, Inglaterra y Francia. Los de más largo dominio, primero Génova y luego Francia, son los más que han dejado su huella pero muchos ven que “la Córcega es culturalmente e históricamente italiana desde hace tiempo. Esto se ve en su cultura, sus tradiciones, en los nombres de las ciudades y en los apellidos”.
El origen de la bandiera de testa mora (la bandera de ‘cabeza de moro’) de Córcega, una ‘cabeza de moro’ negra sobre un fondo blanco, parece tener su origen en la España de la Reconquista,cuando el Reino de Aragón
la añadió a su heráldica tras la victoria de Pedro I el Grande sobre varios reinos hispano-musulmanes. El símbolo pasó a Córcega cuando Aragón fue soberano sobre el Reino de Cerdeña y Córcega (1297 – 1447), pero no fue símbolo oficial de Córcega hasta las revueltas contra Génova durante el siglo XVIII, cuando reaparece como un símbolo corso de liberación. Actualmente, funge como un símbolo de lo corso en contraposi- ción de lo francés.
Familia Mori Internacional utiliza este símbolo como identifi- cación, aunque modificado, para representar su origen corso.
(Nota provista por Lisa Mori Rivera)
No obstante, Córcega fue brevemente independiente entre 1755 y 1768 bajo el liderato de Pasquale Paoli pero en este último año, Francia invade a Córcega y mediante el Tratado de Versailles de 1768, obliga a Génova a vender la isla a Francia. Hubo mucha resistencia al dominio francés de parte de los corsos durante varias décadas y parte de ese movimiento se extiende hasta hoy. Salvo por un breve tiempo en que Inglaterra se posesionó de la isla, Córcega ha estado bajo el control de Francia y hoy es parte integral de ese país.
La emigración masiva corsa que se produce durante el siglo XIX tiene una relación directa con la manera como Francia manejó la situación con Córcega.
Debido a las varias formas de resistencia que se dieron en Córcega al intento de los franceses de imponer su cultura y lengua así como su dominio económico, Francia respondió con mucha dureza y un uso excesivo de la fuerza, particularmente imponiendo el alistamiento masivo en el ejército francés durante la era napoleónica. Aparte de todo, Napoleón, emperador de Francia, había nacido en la ciudad de Ajaccio en Córcega.
Otro factor importante es lo extensivo de la pobreza por toda la isla y grandes periodos de carestía de alimentos. Francia prohíbe a Córcega las importaciones y exportaciones del extranjero, particularmente con relación a Italia, obligando a la isla a depender sólo de importaciones y exportaciones de Francia. Aún más, a las exportaciones de Córcega a Francia se le ponía un impuesto del 15% pero sólo un 2% a las importaciones. Así, los productos corsos pierden su mercado y contribuyeron rápidamente a una situación de mayor miseria y de dependencia de productos importados de Francia que, dicho sea de paso, sólo podían venir en barcos franceses.
Toda esta situación llevó a producir una emigración masiva de corsos particularmente hacia América durante la mayor parte del Siglo XIX. Puerto Rico fue uno de los países que más emigrantes corsos recibió durante esa época debido a la puesta en vigor, a partir de 1815, de la Cédula de Gracias mediante la cual España auspiciaba la llegada de extranjeros a sus territorios siempre y cuando profesaran la religión católica. Así fue que nuestro Patriarca un buen día se montó en un barco y, luego de muchas peripecias, llegó a nuestra isla caribeña para nunca volver a salir.
(Nota provista por Roberto Mori González)
